Investigador del Instituto de Química Médica del CSIC
A un modesto homme de lettres, como yo, le resulta misteriosa y cabalística la pizarra de Alfredo Tiemblo cada vez que voy a visitarle. Está llena de expresiones matemáticas con signos arcanos que, a mí, se me representan otras tantas grafías de alguna lengua semítica que tampoco hubiera yo saludado.
Y mi desconcierto llega al máximo cuando me cita a Leibnitz o Kant como a gente que algo tiene que ver con el desempeño de su menester. Confieso que, aun habiéndolo intentado a su vera, todavía no he llegado a saber qué es un físico teórico o, quizá más exactamente, un físico teórico como él.
Hace algunos años trabajaba Alfredo Tiemblo en teoría de grupos y fundamento matemático de los principios de simetría. Ahora trabaja en una nueva teoría sobre la gravitación, que lleva aparejada una nueva concepción del espacio y del tiempo.
Yo recuerdo, de mi lejano estudio de Filosofía, la definición del espacio y del tiempo que hizo Francisco Suárez, con la expresión ens rationis cum fundamento in re. Es decir, algo que tiene que ver con el ejercicio de la Razón y con la percepción de la realidad física, o, lo que es lo mismo, una cuestión en parte epistemológica y en parte cosmológica.
Estoy seguro de que no pecaría de irresponsabilidad o ligereza si afirmara que mi amigo Tiemblo es un lujo de la Ciencia española, cuyos trabajos se han recogido en la última edición de New frontiers in gravitation (Palco Arbor, Hadronic Press, USA, 1966, 115-145).
Y, sin embargo, mal tercio le hago al decir esto, porque la ciencia de lujo no resulta relevante ni rentable para algunos financiadores de I+D que sólo justifican estos gastos en razón de la producción y venta de exquisitos cachivaches de alto valor añadido y del consiguiente aumento de puestos de trabajo.
Todavía quedan entre nosotros algunas personas que no se han enterado de que la «industria del conocimiento», expresión muy usada por Tiemblo, es un frente único y unívoco, en el que no se triunfa con escaramuzas de listo ni con programaciones fundadas en una falsa actitud práctica rotulada como «política científica». Nuestro angustioso apremio por la innovación tecnológica se hace, además, suicida si trabajos como los de Tiemblo los consideramos tarea de mero prestigio o labor de adorno, tal que el piano y el bordado de aquellas antiguas y distinguidas señoritas no destinadas a integrar el tejido productivo.
El conocimiento es, para Tiemblo, una pasión gustosa y hasta un vicio si sucumbimos ante el prejuicio masoquista de que es viciosa toda pasión intensamente placentera. Causa no leve pasmo lo que sabe de arte, prehistoria, arqueología, historia, música, filosofía, astronomía, etc., sin que tanta apertura a los saberes surta efectos de dispersión.
Su ejecutoria académica en la Universidad Central de Madrid, con tesis doctoral preparada en Bolonia y defendida en Madrid, muestra su firme andadura por la Física. Su presidencia de la Real Sociedad Española de Física, así como la medalla de oro de dicha institución, son argumentos sólidos que avalan su vocación y dedicación a esta disciplina. Y nada más ajeno a él que la figura del sabio distraído o absorto en la íntima delectación del saber.
Ha fundado y dirigido dos institutos en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC): el de Estructura de la Materia y el de Matemáticas y Física Fundamental. Su pasión por el conocimiento no es, pues, la de un connaisseur, sino la de una mente poderosa y jamás resignada ante esa huidiza explicabilidad última de la materia, o del «ente sensible» de los escolásticos, que siempre escapa hacia la opacidad del «ser». Por eso, Tiemblo, quizá a pesar suyo y de su rigurosa percepción de los límites de su menester, va convirtiéndose en un excitante merodeador de los umbrales de la metafísica.
El día en que Tiemblo termine sus trabajos sobre gravitación, la Física habrá encontrado horizontes nuevos respecto a la perspectiva einsteniana. Con todas sus consecuencias también de orden práctico. Mientras tanto, los miembros de la Asociación Española de Científicos (AEC) tendremos la satisfacción de haberle animado un poco con el diploma y la Placa de Honor AEC 1998 que le hemos entregado.
Su ejecutoria académica en la Universidad Central de Madrid, con tesis doctoral preparada en Bolonia y defendida en Madrid, muestra su firme andadura por la Física. Su presidencia de la Real Sociedad Española de Física, así como la medalla de oro de dicha institución, son argumentos sólidos que avalan su vocación y dedicación a esta disciplina. Y nada más ajeno a él que la figura del sabio distraído o absorto en la íntima delectación del saber.
Ha fundado y dirigido dos institutos en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC): el de Estructura de la Materia y el de Matemáticas y Física Fundamental. Su pasión por el conocimiento no es, pues, la de un connaisseur, sino la de una mente poderosa y jamás resignada ante esa huidiza explicabilidad última de la materia, o del «ente sensible» de los escolásticos, que siempre escapa hacia la opacidad del «ser». Por eso, Tiemblo, quizá a pesar suyo y de su rigurosa percepción de los límites de su menester, va convirtiéndose en un excitante merodeador de los umbrales de la metafísica.
El día en que Tiemblo termine sus trabajos sobre gravitación, la Física habrá encontrado horizontes nuevos respecto a la perspectiva einsteniana. Con todas sus consecuencias también de orden práctico. Mientras tanto, los miembros de la Asociación Española de Científicos (AEC) tendremos la satisfacción de haberle animado un poco con el diploma y la Placa de Honor AEC 1998 que le hemos entregado.
Jesús Martín Tejedor
Profesor de Investigación del CSIC
Profesor de Investigación del CSIC y fundador del primer departamento de Agroecología en España
El profesor Antonio Bello Pérez, doctor en Ciencias Biológicas, se inició en el estudio de los nematodos edáficos en los años sesenta, algunos de los cuales estuvo becado en el laboratorio de morfología de la Universidad de Gante, donde, integrado en el equipo del profesor de Coninck, realizó diversos trabajos sobre sistemática y morfología de distintos grupos de nematodos.
Sin embargo, en todo momento se mostró interesado en la ecología del suelo y las alteraciones producidas en él por la acción antrópica.
Y mi desconcierto llega al máximo cuando me cita a Leibnitz o Kant como a gente que algo tiene que ver con el desempeño de su menester. Confieso que, aun habiéndolo intentado a su vera, todavía no he llegado a saber qué es un físico teórico o, quizá más exactamente, un físico teórico como él.
Durante su mandato como director del antiguo Instituto de Edafología y Biología Vegetal de Madrid, puso de manifiesto su gran capacidad de trabajo y visión de conjunto, al fomentar, por primera y única vez en este Centro, la realización de proyectos multidisciplinares para el estudio del suelo y su biología, que integraban a la práctica totalidad del personal.
A su cese en la dirección y reestructuración del hoy Centro de Ciencias Medioambientales, instauró el Departamento de Agroecología, con la misma misión integradora, que no fue demasiado comprendida, siendo desde entonces su jefe y jefe y alma mater.
Su incorporación al MBTOC (Methyl Bromide Technical Options Committee) le ha permitido poner sus vastos conocimientos de ecología del suelo a la búsqueda de alternativas viables y respetuosas con el ambiente al uso de este pesticida que destruye la capa de ozono y, utilizando los nematodos como base de trabajo, ha armonizado el uso de técnicas agrícolas tradicionales para el control de patógenos de origen edáfica, junto con el uso de recursos naturales locales, sentando las bases de una nueva disciplina que se conoce con el nombre de biofumigación, erradicando así el uso de pesticidas o nematicidas artificiales, potencialmente peligrosos para el medio ambiente.
De su tremenda capacidad de trabajo, dedicación y creatividad hablan los numerosos trabajos publicados en revistas nacionales e internacionales y capítulos de libros, sobre diversos aspectos de la agroecología, sus comunicaciones a congresos, conferencias y cursos que le han dado renombre internacional y le han hecho merecedor de diversos premios.
De su calidad humana y sentido de la amistad da testimonio el buen número de personal que ha formado, y que sigue formando, y los entrañables lazos que mantiene con colegas de los cinco continentes donde siempre es bien recibido, pues nadie que acude a él en demanda de consejo o ayuda, sale de vacío.
Armando González-Posada
Presidente de la AEC
La Fundación Cotec para la innovación es una organización privada sin ánimo de lucro cuya misión es promover la innovación como motor de desarrollo económico y social
El déficit tecnológico constituye uno de los problemas estructurales más importantes y urgentes de nuestra economía. La reducción de este déficit es fundamental para la mejora de la competitividad de nuestro país y a este objetivo dedica la Fundación Cotec sus mayores esfuerzos.
¿Y, quién es la Fundación Cotec? Cotec es una iniciativa empresarial promovida por más de medio centenar de empresas e instituciones españolas que tienen un peso realmente destacado en la vida cultural y económica de España.
Para cumplir con su misión, Cotec se ha fijado tres objetivos estratégicos de carácter permanente:
El Patronato de Cotec, cuya presidencia de honor ostenta S.M. el Rey, es el órgano superior de gobierno de la Fundación y está compuesta por los representantes de las empresas e instituciones que la patrocinan. El Consejo de Dirección, de una composición más reducida, es el órgano delegado por el Patronato para ejecutar sus acuerdos.
Para desarrollar actividades siguiendo programas y objetivos concretos, Cotec se estructura en comisiones específicas en las que participan los Patronos de la Fundación:
En su corta existencia, Cotec ha desarrollado una intensa actividad, dando lugar a numerosas publicaciones, agrupadas en torno a las siguientes facetas: libros, informes, estudios, cuadernos Cotec de gestión de tecnología, documentos Cotec sobre necesidades y oportunidades tecnológicas, ponencias de jornadas, actas, etc.
Cabe destacar entre todas ellas la elaboración del libro blanco El sistema español de innovación. Diagnóstico y recomendaciones y el informe anual Cotec sobre tecnología e innovación en España, que viene elaborando la Fundación, desde 1996.
Para aquellos que deseen mayor información, pueden dirigirse al Director General de Cotec, D. Juan Mulet Meliá, calle del Marqués de Urquijo, 26, 1º, Madrid, 28008, teléfono 915420186, fax 915593674, www.cotec.es.
Manuel Morcillo Linares
Vicepresidente de la AEC