Director del Departamento de Materiales de la Escuela de Ingenieros de la Universidad de Navarra
Quizá no fui yo el primero que comunicó al doctor Gil Sevillano la noticia de que se le había concedido la Placa de Honor de la Asociación Española de Científicos (AEC), aunque, como presidente de esta Asociación, fui yo quien tuvo con él lo que pudiéramos llamar el primer contacto oficial.
Fue una grata conversación telefónica en la que nuestro hombre se negaba a recibir nuestra modesta distinción a no ser que la hiciéramos extensiva a sus colaboradores y compañeros de trabajo con respecto a los cuales en nada se veía él aventajado.
Me resultó aleccionador y edificante ver el metal de que está hecho este eminente especialista en metales. Gil Sevillano estudia las grandes deformaciones de los metales, pero él está hecho de un metal perfecto en generosidad, comunicabilidad y apertura a los demás. Por eso, ha sido un maestro de jóvenes investigadores a los que ha entregado generosamente su ciencia y su experiencia. Como ha entregado también a las empresas que lo recababan sus consejos y dictámenes.
Digamos de una vez que Javier Gil Sevillano es vasco, natural de Tolosa, desde hace 58 años. Ingeniero industrial graduado en la dependencia donostiarra de la Universidad de Navarra. Terminada su carrera fue para cuatro años a Lovaina donde hizo la tesis doctoral bajo la dirección del profesor E. Aernoudt.
Muy pronto, Gil Sevillano se convirtió en una referencia internacional en el campo de las grandes deformaciones aplicadas a metales y, más en concreto, a aceros con estructuras perlíticas.
A su vuelta de Bélgica se incorpora al cuerpo docente de la Escuela de Ingenieros de la Universidad de Navarra y da comienzo a importantes proyectos de investigación en su especialidad metalúrgica. Muy pronto, participa en las actividades del recién creado CEIT (Centro de Estudios e Investigaciones Técnicas de Guipúzcoa). Esta institución orientada hacia las empresas comporta para Gil Sevillano el liderazgo de importantes proyectos de investigación aplicada, aunque cuida mucho también la investigación básica. Esta atención al sistema productivo empresarial hace de Gil Sevillano un científico más actual en nuestro tiempo presente que en el período más temprano de su currículo.
A mediados de los años 90 llegan los nuevos planes de la ingeniería y Gil Sevillano participa en la elaboración del diseño curricular de las Ingenierías de Materiales en España, y se responsabiliza de su implantación en la Escuela de Ingenieros de San Sebastián. Desde entonces, armoniza la dirección del Departamento de Materiales de la Escuela de Ingenieros con la del mismo Departamento del CEIT.
Gil Sevillano se subió a la grupa de la Ciencia de Materiales y ha ido a donde esta ha ido. Siempre sin descuidar sus investigaciones sobre las grandes deformaciones en frío, en las que es notabilidad mundial, ha dirigido proyectos sobre mecánica de la fractura, los composites, el comportamiento mecánico de materiales para su utilización en la electrónica, y últimamente sobre las singularidades que el «efecto tamaño» de los nanomateriales introduce en las propiedades mecánicas.
Su producción escrita puede considerarse notable: cerca de 200 trabajos publicados en revistas o en actas de congresos. Ha sido ponente invitado en más de 30 congresos internacionales. Y ha dirigido 16 tesis doctorales. Un vasco que pasea por el mundo el prestigio de España. ¿Qué más podemos pedirle?
Jesús Martín Tejedor
Presidente de la AEC
Investigador del INIA (Instituto Nacional de Investigaciones Agrarias)
Al doctor Bolívar Salcedo lo he conocido con motivo de este galardón que hoy celebramos, la Placa de Honor de la Asociación Española de Científicos (AEC), pero, tengo que decir que, de ahora en adelante, le recordaré casi cotidianamente en las primeras horas del día.
Exactamente al tomar mi desayuno, que siempre empieza con alguna fruta. Con mucha frecuencia la fruta suele ser una pera, y generalmente me quedo aturdido de la exquisitez de sabores a los que se ha llegado en concreto con las peras. Son sabores-perfume merced a esas correlaciones que se dan entre el sentido del gusto y el del olfato.
Esta relación agradecida con la hortofruticultura se expande y agiganta si se piensa en los incrementos de renta que la exportación de fruta comporta para nuestro país. Esto es sobradamente conocido, pero, quizá no se tiene una idea siquiera aproximada de la cantidad de ciencia, tecnología, experimentación e innovación que hay detrás de la producción frutera.
En ese mundo de la hortofruticultura ha discurrido el brillante curriculum del Dr. Bolívar Salcedo. En el último tercio del siglo XX, él ha sido uno de los pilares de los estudios sobre suelo, subdisciplina esta para la que quisiéramos en nuestros días el esplendor de que gozó en el tiempo que mencionamos.
El comportamiento del suelo a efectos fitogénicos es de las cosas misteriosas o caprichosas que esconde la Naturaleza. Una misma planta y en un mismo terreno puede arraigar espléndidamente o puede fracasar, sin que haya motivos aparentes que lo expliquen. El suelo parece comportarse como una mujer veleidosa que dispensa sus favores no sólo ad libitum, sino con incongruencia. Pero, en realidad, no es así. El suelo actúa siempre con causas, con motivos, y es labor delicada del científico llegar a descubrir esas causas y motivos.
Esta fue cabalmente la vocación de nuestro hombre quien, desde 1965, recién terminada su ingeniería agrícola, se dedicó a investigar sobre:
Su actitud desde el principio fue de excelencia. Quiso saber lo que había por el exterior e incorporarlo. En una primera estancia, se formó en el Institut Agronómique de l´Etat, de Gembloux (Bélgica,) bajo la dirección del profesor Lecrenier. Después estuvo en el Istituto di Coltivazione Arboree, de la Universidad de Florencia, especializándose en fruticultura. Otra estancia tuvo en la Station de Pathologie Vegetal de Montfavet (Francia) con el Dr. Messiaen, especialista en patología de frutales. Y, finalmente, con un interés muy especial, estuvo en el Onderzoek Heringplanting, de Wageningen (Holanda) estudiando enfermedades específicas de replantación bajo la dirección del Dr. Hoestra.
En 1967 y 1968, dirigió el curso Superior de Hortofruticultura para postgraduados de Aula Dei, con asistencia también extranjera, y dio impulso a la creación en 1970 del Instituto Agronómico Mediterráneo de Zaragoza.
En 1970, la carrera del doctor Bolivar experimenta una inflexión que dará a la totalidad de su curriculum una actualidad especial contemplado desde la óptica de nuestro tiempo. Sale de sus clases y de su laboratorio para llevar sus conocimientos al sistema productivo. Pasa a ser director técnico, gerente y consejero delegado de ASCOY, S.A., con 700 hectáreas de regadío para fruticultura y plantas ornamentales. Allí estableció el primer laboratorio de cultivo in vitro a nivel comercial de España. Fue administrador y asesor de otras importantes empresas agrarias.
En 1979, se incorporó al INIA (Instituto Nacional de Investigaciones Agrarias) donde ha trabajado hasta su jubilación, excepto los tres años en que estuvo como jefe del Servicio de Cooperación Internacional en el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA). En esta época, fue coordinador del Área de Ciencias Agrarias de la Comisión Asesora de Investigación Científica y Técnica con una intensa labor de evaluación y seguimiento de los proyectos de investigación del área.
Hasta el año 2002, estuvo al frente de la delegación española en FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) y, en dos ocasiones, presidió durante dos años la Comisión Intergubernamental de Recursos Genéticos para la Alimentación y la Agricultura de FAO. En la Unión Europea, fue jefe de la delegación española en el Comité del Programa de Recursos Genéticos para la Agricultura y la Alimentación.
Y, desde 1997 hasta su jubilación, ha sido coordinador de un importante proyecto ecológico nacional: el de Alternativas al uso convencional del bromuro de metilo.
Tiene la Encomienda de la Orden Civil del Mérito Agrícola y la Encomienda de la Orden de Isabel la Católica concedida en 2002.
José Miguel Bolívar Salcedo, como su maestro Joaquín Herrero Catalina, son figuras fundamentales de la hortofruticultura y de la agricultura españolas. Y sus trabajos sobre el suelo deben constituir una requisitoria exigente para quienes han llevado la atención casi en exclusiva hacia otros menesteres científicos.
Jesús Martín Tejedor
Presidente de la AEC
Catedrático de Hematología de la Universidad Autónoma de Madrid
Una identificación del doctor Manuel Nicolas Fernández Rodríguez o una ficha técnica del mismo diría: catedrático de Hematología de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y jefe del Servicio de Hematología y Hemoterapia del Hospital Universitario Puerta de Hierro de Madrid. Un castizo podría decir: «¡casi naa¡»
Pero, lo malo es que yo tengo que hacer una presentación un tanto prosopográfica del personaje y me encuentro en la más dramática peripecia de la condición humana que es tomar decisiones alternativas, en este caso, sobre escoger esto o lo otro del curriculum de nuestro homenajeado. Porque la suya es una biografía y una carrera tan nutrida y esplendorosa que necesariamente tengo que escoger, so pena de tenerles a ustedes oyéndome hasta romper el alba.
Es que este palmeño de 67 años es de los que han ido siempre al copo y me imagino que, siendo natural de una localidad no excesivamente populosa como Santa Cruz de La Palma, tiene ya una calle o una plaza a su nombre. Así que estoy condenado a quedarme corto y a parecerlo a quienes le conocen de cerca, que este es el riesgo de quienes tenemos que hacer mérito de personas que, en todas partes a donde van, dan el do pecho. Hizo el bachillerato en el Instituto de Enseñanza Media de Santa Cruz de la Palma, matrícula de honor en todos los cursos, premio extraordinario en Reválida. Terminó medicina en la Universidad Complutense de Madrid (UCM), con matrícula de honor en casi todas las asignaturas, y, obviamente, Premio Extraordinario de licenciatura en 1962.
Su fase de posgrado y doctorado es en la Clínica de la Concepción (tres años), en la Clínica Puerta de Hierro (un año), Anderson Cancer Centre de Houston (dos años), y Clínica Mayo de Rochester (un año). Después de estas estancias tan selectivas, se doctoró en la UCM en 1970, pero, en realidad, era ya un especialista en hematología y hemoterapia que tenía a su cargo desde 1968 la jefatura de este servicio en Puerta de Hierro. En 1982, ganó la cátedra de Hematología de la UAM.
Hematología e Inmunología son los dos frentes en cuya vanguardia encontramos siempre al investigador doctor Manuel Nicolás Fernández. Una síntesis de su ejecutoria en estos dominios tiene cuatro capítulos y medio. El medio es el cambio en la práctica transfusional mediante un nuevo Manual de Procedimiento que introduce una metodología científica y meticulosa y cambia los frascos de vidrio por bolsas de plástico. Digo lo de medio, porque los otros cuatro capítulos pertenecen al ámbito de la invención.
El primero es el haber sido pionero en el trasplante hematopoyético en nuestro país, en 1979. Fernández envió a la doctora Pilar Zabala a la Fundación Fred Hutchinson de Seatle para que aprendiera del Nobel, D. Thomas, la práctica del trasplante que el doctor Fernández impuso en su servicio.
El segundo es el haber sido pionero en España (junto con el Dr. Ortega, en Barcelona) en los trasplantes hematopoyéticos de sangre del cordón umbilical.
El tercer es haber ideado el tratamiento de cánceres hematológicos mediante inmunoterapia utilizando anticuerpos (vacunas) y células (trasplante hematopoyético e infusión de leucocitos del donante). Se concibe el trasplante hematopoyético como «terapia celular/inmunoterapia».
El cuarto ha sido idear una nueva estrategia de trasplante hematopoyético con sangre del cordón umbilical, junto con células de otro donante adulto, a la que ha llamado «trasplante dual». Se han documentado mejoras obradas por este procedimiento.
Su importante labor de investigación e invención ha tenido el contrapunto docente de formar a más de 100 internos residentes a los que ha trasfundido su doble visión clínica e investigadora. Muchos de estos mires suyos hoy ocupan puestos importantes en la Universidad o en las jefaturas de hematología del ámbito nacional.
Ha publicado en primerísimas revistas internacionales más de 150 artículos, y una multitud de capítulos de libros, algunos de ellos verdaderos tratados de medicina. Como ponente oficial, invitado o experto ha acudido a importantes congresos internacionales.
Tendría que hablar ahora del elenco de líneas de investigación desarrolladas, de su participación en importantísimos proyectos de investigación de la Unión Europea y de Israel, de las ayudas conseguidas del Ministerio de Ciencia y Tecnología, del de Educación y Ciencia o del Fondo de Investigaciones Sanitarias, premios, nombramientos como miembro de sociedades científicas, comisiones oficiales. En fin, ya he anunciado que tendría que dejar tantas cosas sin decir.
Permítanme con todo expresar mi mayor sentimiento de envidia a don Manuel Nicolás. Es en torno a su laboratorio donde tiene a 12 investigadores, de los cuales 8 son doctores, y 2 predoctorales, 7 Técnicos Especialistas Graduados, 35 Diplomados de Enfermería para la atención clínica investigadora, 6 Técnicos Especialistas y 4 administrativos. Total: 63 personas y un presupuesto para investigación de 132.800.000 pesetas. En Andalucía, suelen decir cuando comen muy bien: «he comido como un inglés». Pues bien, con este laboratorio y estos recursos, podemos decir que el doctor Fernández investiga como un yanki. ¡Que lo disfrute con salud!
Jesús Martín Tejedor
Presidente de la AEC
Antonio Regalado y Josefina Álvarez – Diputación de Zamora
La Asociación Española de Científicos (AEC) tiene como fin propio la ayuda del investigador para facilitar el hecho científico, así como la promoción de todas las ideas y acciones que contribuyan al mejor desarrollo de la Ciencia. Entre estas ideas, que son fundamentales para la existencia de una ciencia desarrollada y próspera, está la de la cultura científica de la Sociedad. Una Sociedad que no sea científicamente culta no encontrará relevante respaldar, ni financiar, un sistema de ciencia tecnología.
Por eso, nos interesa también fomentar la cultura científica de nuestro país y valoramos cuantas actuaciones se fundan en la utilización de la ciencia como instrumento básico, aunque no constituyan una nueva aportación al conocimiento científico.
Por esta razón, hemos querido distinguir a la Diputación de Zamora que, desde octubre de 2002, se ha constituido en un conspicuo punto de referencia regional y nacional en materia de Agricultura Ecológica. Fue una consecuencia del I Foro para el Desarrollo de la Agricultura Ecológica en la Provincia de Zamora que se celebró en los días 18 y 19 de octubre de 2002. Empezaba a sazonar un primer paso dado en el año 2000 con la reconversión a la producción ecológica de la finca La Aldehuela.
Al año siguiente se celebraron las Jornadas de Agricultura y Ganadería Ecológica 2003 en los meses de marzo, abril y mayo. Fueron cuatro sesiones especializadas en cuatro materias y ubicadas en cuatro localidades diferentes: la apicultura ecológica, en Tábara, el cultivo ecológico de cereales, en Villafáfila, la ganadería ecológica, en Bermillo de Sayago, y la viticultura ecológica, en Villanueva de Campeán. La idea va calando en los productores zamoranos. En estas localidades acuden una media de 70 productores.
Comienza, pues, una importante movilización de la provincia de Zamora que adoptará otras modalidades como el Curso de Huertos Escolares Ecológicos que se dio en el colegio Medalla Milagrosa dirigido a profesores de 16 colegios. Y se celebran jornadas de dos días en Satibañez de Vidriales, y un curso de 100 horas de duración en Morales del Vino. En este curso, participan como profesores técnicos de la Diputación de Zamora y de la Junta de Castilla y León. Se organizan viajes de agricultores a la finca del CSIC La Higueruela en Santa Olalla (Toledo), a Amayuelas de Abajo (Palencia) y a Quilós (León), para conocer experiencias hortícolas ecológicas.
Todavía en el 2003 (en noviembre) se celebra el II Foro para el Desarrollo de la Agricultura Ecológica en la provincia de Zamora. Tiene la trascendencia de que, en dicho Foro, se presenta ya el Plan Estratégico para la Agricultura Ecológica en la Provincia de Zamora. Y en diciembre de este año se imparten clases de horticultura ecológica en las comarcas de Benavente y Los Valles. Desde el Servicio Agropecuario se hace una gran divulgación de la causa ecológica en ferias, en artículos serios de revistas especializadas, en la prensa de la provincia y en la radio. Se entra incluso en el terreno de la investigación con proyectos a realizar con la Universidad de Salamanca para obtener tres variedades de cebada y recuperar variedades autóctonas de trigo. Caja Rural financia otros proyectos de investigación. Se evacuan consultas para la producción de vacuno, ovino y pollo y se estudian las posibilidades de operar sobre leche, huevos, miel, setas, castañas, pimientos, vides y cereales.
Pero, las cosas no quedan a escala provincial. Me refiero al Proyecto Internacional Rafael o Iniciativa Europea INTERREG III B para unir en comunes intereses a las tierras del Arco Atlántico: Irlanda del Norte, Gales, Suroeste de Inglaterra, Bretaña, Alentejo, República de Irlanda, Galicia y Diputación Provincial de Zamora. El Proyecto Rafael terminará en 2007 con una Conferencia Internacional que se celebrará en Zamora organizada por su Diputación y que conferirá a esta provincia un cierto liderato internacional.
Desde luego, en España es ya un punto de referencia casi único en materia de agricultura y ganadería ecológica, y esto hemos querido resaltar al concederle esta distinción.
Jesús Martín Tejedor
Presidente de la AEC
Miguel Ángel Llorca Palomera – Director Comercial de EADS CASA Espacio
Los que piensan sobre España y sobre unas cuantas cosas que están sucediendo entre nosotros suelen exclamar: «pero, ¡qué está pasando en este país!». Me refiero a cosas buenas, no estoy hablando de política. De repente, nos enteramos de que éramos la octava potencia industrial del mundo o de que pronto entraríamos en el Grupo G8. Nos sale un campeón mundial de Fórmula 1 o unos tenistas que traen a España la copa Davis.
Desde la España imperial de allende los siglos nunca habíamos visto cosas tan satisfactorias y enorgullecedoras.
Con esa misma perplejidad contemplo yo la existencia en España de empresas como INDRA o SENER, que ya recibieron a su tiempo la Placa de Honor de la Asociación Española de Científicos (AEC), y por supuesto, de EADS CASA Espacio, que ahora tenemos el honor de distinguir.
Estamos hablando de tecnología del espacio, de satélites, de un complicadísimo aparataje espacial que llena copiosamente los catálogos de venta de EADS CASA Espacio.
Cuando veo esos catálogos mi recuerdo agridulce vuela inexorablemente hasta aquellos maravillosos y absurdos dibujos de la plumilla de Forges que él llamaba sus forgendros. Eran graciosos hasta la carcajada, porque difícilmente se podía retorcer con más ingenio aquel pseudolenguaje tecnológico que señalaba una pieza del artefacto con la denominación, por ejemplo, de «bulón trifostiador entrefásico» que no podía ser más surrealista. Pero, era también una crítica y una burla de nuestra ciencia y de nuestra tecnología evidentemente amarga y descorazonadora. Quizá era, por parte del ecológico Forges, una forma de admitir a su manera el célebre «que inventen ellos» del no menos célebre Rector. Para mí, ciertamente, era motivo de tristeza.
Pero, como decía, hojear los catálogos de EADS CASA Espacio, con sus páginas cubiertas de fotos en color, le produce a uno la impresión de estar viendo un comic de ciencia ficción. Minisatélites, antenas, tuberías Vulcain, adaptadores de carga útil, adaptadores entre etapas, plataformas de satélites, Minisat 01, Artemis, Goce, Eurostar 3000LX, Envisat, Miras, Antena Activa IRMA, antenas y reflectores, antenas planas, controles térmicos, redes de distribución de potencia…, son las piezas de los satélites y de los lanzadores que Casa Espacio construye para la Agencia Espacial Europea y para el mercado comercial.
La existencia de EADS CASA Espacio facilita la reversión de retornos del importante capital que España aporta a la Agencia Espacial Europea y que nos permite estar presentes en la misma. EADS CASA Espacio contrata trabajos de la Agencia Espacial Europea que luego subcontrata también con otras empresas especiales españolas.
CASA Espacio se lanzó de lleno al reto del espacio en la década de los sesenta del siglo pasado. En la actualidad, es una empresa de 360 empleados obviamente muy cualificados: el 33 % son ingenieros, el 31 % son técnicos y sólo un 22% son operarios. Está a la altura de la Agencia Espacial Europea con una tecnología punta que le permite pensar en la construcción de un satélite especial de observación de la Tierra, cuya actividad sería muy beneficiosa para diferentes usuarios y para la industria.
Al frente de EADS CASA Espacio, su Director General Pedro Méndez Marco se preocupa muy especialmente por fomentar el trabajo en equipo y en enfocar la investigación hacia las nuevas tecnologías con un espíritu de superación y de competitividad que le hace progresar hacia una creciente innovación.
Estamos convencidos de que sueños como el de EADS CASA Espacio van a ser pronto una realidad en España. Porque lo que tienen esta clase de realizaciones es que nos demuestran que somos capaces de lo mejor.
Jesús Martín Tejedor
Presidente de la AEC
Emiliano Perezagua – Director General de Operaciones de Isofotón
He aquí una empresa modélica o algo que es mucho más que una empresa, si lo que determina el fin o la esencia de una empresa es la mera obtención de beneficios mediante tal o cual actividad.
Isofotón es mucho más que una empresa. Es un argumento o una prueba o una certificación de que en España es posible la existencia de una tecnología y de una innovación perfectamente integrada en la primera línea mundial del desarrollo.
En efecto, Isofotón está en la primera línea mundial, pero, ha nacido en el seno de la investigación tecnológica española. Se creó como empresa en 1981, en Málaga, para convertir en producto vendible una investigación del profesor de la Universidad Politécnica de Madrid, Antonio Luque. Se trataba de producir células fotovoltaicas a partir de obleas de silicio.
Veinticinco años más tarde, Isofotón es una empresa implantada en más de 50 países, a los que exporta el 80% de su producción. Y una de las bases más sólidas de su vida empresarial es la atención a la I+D+i en la que invirtió el año pasado 7 millones y medio de euros. Es un dinero apreciable que le permite estar en punta en el desarrollo tecnológico y, en el aspecto comercial, explica por qué es la 9ª empresa en el ranking mundial de fabricantes del sector, y la 2ª, en el ámbito europeo. Así mismo, es la única empresa en el mundo que desarrolla las dos tecnologías solares de fabricación: la fotovoltaica y la térmica.
Es una lástima que el conjunto de la sociedad española desconozca no sólo que en nuestro país hay empresas como Isofotón, sino que en España somos capaces de hacer empresas como Isofotón. En ese sentido, decíamos más arriba que Isofotón es mucho más que una empresa, porque es un argumento, una prueba, una certificación. Uno de los principios de la lógica aristotélica y escolástica es que ab esse ad posse valet ilatio que, traducido al español y a la circunstancia, vendría a decir: si existe la empresa Isofotón, quiere decirse que somos capaces de hacer cosas como Isofotón. De donde se sigue que este tipo de realizaciones son conformadoras de una nueva conciencia nacional o de una nueva percepción de nosotros mismos y de nuestra posible relación con el mundo. Cosa nada desdeñable, por cierto. Creer que somos capaces es el primer paso para ser capaces. Possunt quia posse videntur decía Virgilio de los célebres remeros exhaustos: pueden porque les parece que pueden.
Pero, hay otro aspecto que me hace considerar a esta empresa como algo más que una empresa: es su proyección en el Tercer Mundo con consecuencias que, en cierto modo, la homologan con una ONG.
En efecto, el tomar la energía del Sol permite llevar los beneficios de la electricidad a países que están todavía muy lejos de tener una red de pantanos con producción hidroeléctrica. Luz, electricidad, agua potable son recursos que Isofotón apronta para muchos países que están todavía lejos de poseer las infraestructuras básicas. Por ejemplo, en las islas del delta del Saloum, en Senegal, 10.000 viviendas serán electrificadas a través de un proyecto de Isofotón. Pero, no se trata sólo de llevar unas instalaciones. Isofotón se encarga también de la formación de técnicos locales y de usuarios finales, en una innegable actividad de promoción.
Por el otro lado, el de los países superdesarrollados, advertimos que Alemania es el principal cliente europeo de Isofotón con «proyectos de alto grado de integración arquitectónica».
La pujanza de Isofotón es observable en el ámbito paisajístico urbano. En el Parque Tecnológico de Andalucía –PTA– (Málaga) acaba de construir una soberbia planta de 25.000 m2 desde la que atenderá la demanda del mundo entero.
Jesús Martín Tejedor
Presidente de la AEC